A veces tus palabras duelen, duelen como cuchillos clavados en el alma, y me afectan, me entristecen, y cuando te calmas y me ves derrotada te acercas y me besas, me abrazas, me acaricias, pero sigue dentro de mi el dolor de tus palabras, que no se curan con los besos que me das, que no se curan con tus caricias, con tus abrazos, que los quiero, pero que tus palabras espero que no duelan tanto, que con el tiempo se borren...que tu enojo a mi no me llegue, que no me llegue.
Pasan los días pasa el tiempo y con tu ternura y tu amor consigues que dejen de doler, solo espero que la rutina no nos afecte, aunque eso es tan imposible....
Las riñas de pareja afectan y molestan, incordian y duelen, hacen daño en el corazón, pero hoy tus palabras no duelen, calman, no se me clavan, me acarician, me alegran y por estas vale la pena pasar las anteriores, porque a la larga pesan más las que valen en realidad, porque no todo es de color de rosa y porque para apreciar lo bueno tienes que pasar lo malo.
Hoy puedo olvidar aquel dolor que dijeron tus palabras enojadas, cosas que se dicen, que decimos que yo digo, que sabemos que son para hacer daño, porque nos ciega el enfado, pero para eso mismo esta el perdón, para usarlo y di que no, pero lo mejor, la reconciliación.
1 comentario:
La reconciliación es lo mejor de las peleas. Eso no lo discuto.
La discusión es: ¿en verdad los hombres no intentan herir tanto como dicen, y somos nosotras quien nos tomamos las cosas tan a pecho?, o en realidad los hombres son tan hirientes, y tan sin sentimientos que nisiquieran pueden darse cuenta de ello, y aunque lo noten no les importa???
Saludos guapa!
Publicar un comentario