Amigos.

Una mano tendida en un mal momento es lo que tengo contigo, aunque en algunos momentos malos no estés no importa, solo con saberte en uno me sobra. Otras amistades no lo fueron de la misma manera que la tuya.
Cuando lágrimas nacen de mis ojos, tus palabras hacen  que las transforme en risas, dejo atrás mis sollozos y vas curando mis heridas, me enseñas con tu nueva forma de ver el mundo a ser yo misma, a encontrarme y conocerme, a mirar dentro de mi e intentar ser feliz.
Maestro, sí, maestro. Me das las herramientas para que nunca cierre los ojos de mi alma, para que las sombras no me atormenten, para que lo que no debe importarme, no me importe, ni me molesten las palabras hirientes de quien ni si quiera me conocen, aunque ellos creen que si, por el simple echo de pasar tiempo a mi lado.
Aunque es poco el tiempo que tenemos, quizás por eso es más intenso y mejor, si te digo que contigo he conocido la VERDADERA AMISTAD, no me digas porque, simplemente es asi, muchos amigos y amigas he tenido, pero siempre habia dobleces, malos pensamientos, malentendidos, no sé.
Sanador de almas. GRACIAS por haber dejado que te conozca, y por conversar conmigo.  Aunque parezca que no, porque hablo mucho, me quedo sin palabras para agradecerte nuestras charlas y estaria eternamente hablando sobre mil y una cosas de esta vida y la otra contigo.
Hoy estoy agradecida al mundo, a la vida, al universo, al todo, a ti tambien, a mi pareja, a mi hijo, a toda mi familia, agradecida...