10 de abril de 2016

Dejar a los niños volar.

Dejar a los niños hacer, dejarlos ser tal cual, dejar a los niños que su expresión salga, sin cortar sus alas, sin poner límites a su arte.
Cada color, cada línea, cada figura hacen que su energía se expanda, su expresión, ellos mismos se salen de su ser para decir que son más que lo que vemos. 
Déjalos hacer y ser.
Cada grito, cada salto, cada carrera y cada risa, cada baile y cada mueca son una irresistible forma de expandir su alma.
Nuestra manía de mayores de regañar y decir que esta bien, y que mal, nos distancia de nuestra propia infancia, de nuestro propio ser, cuando te escapas de todo eso y vuelves a ser como ellos sientes una felicidad que se te escapa, que es demasiado grande para contenerla y tienes que morir de risa, a veces me pasa, pero sinceramente menos de las que necesito.
Esta noche al acostarlos saltare con ellos en la cama les dejare que me maten a cosquillas y buscaremos algo para poder pintar el cielo con la punta de los dedos y llenarlo de colores.
Nos subiremos a una escalera alta donde les podamos tirar de las trenzas a los indios de cabello oscuro, esos sabían mucho del respeto de verdad. Del respeto a los demás seres existentes.
También puede que me quede medio dormida entre las caricias que me hagan en la punta de la nariz y en el cuello, cuando me agarran sus manitas y sus rizos me toquen la frente sonreiré llena de amor, Cuando vea como el hermano deja su crecimiento a un lado para seguir en la edad de Peter Pan y yo me quede ahí, jugando con ellos. 
Si, esta noche cuando la luna salga nos iremos a verla de cerca mientras cerramos los ojos y saltamos a por ella. 
En el sueño nos escaparemos volviéndome yo, pequeña. Me bañaré en sus risas y jugare a ser yo como era antes de llegar con la cabeza a ver lo que había encima de la mesa.
Los niños son tan libres y los frenamos tanto que da pena y luego nos quejamos de que nos hicieron lo mismo que nosotros hacemos. 
Quiero correr contigo hasta perder el aliento, quiero saltar sin mirar quien mira, quiero pintar contigo los más bellos bocetos con tus dedos, y quiero reír hasta llorar.
Todo eso quiero con ellos.
Dejemos que vuele su imaginación y que sean lo que quieran ser. 
Simplemente que sean felices. 
Cuando voy a llevar a mis hijos al colegio y a la guardería me sorprendo escuchando a los padres decirles, pórtate bien, estate quieto, y estudia...no puedo decir que yo no lo haya dicho igual alguna vez, pero de mi boca siempre sale una sonrisa, un te quiero, un beso y un que hoy te lo pases genial!! 
Sé muy feliz.
Andrea, 2 años y 10 meses

Nada ocurre por casualidad.

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