11 de marzo de 2010

Llegué

Por fin estoy con mi familia,
mi hijo me abrio la puerta,
yo tenia un regalo en mis manos,
me miro sonriendo y como con verguenza, y dio un paso atrás,
me agache y le dije hola, sin voz, en mis labios,
el se abrazo a mi y dos lagrimas cayeron,
entonces entre y mi marido me abrazo fuerte,
no llores nena, que ya estas aqui.

1 comentario:

albertomejiav dijo...

Que bueno que llegaste y que Dios encamino tus pasos de regreso al hogar. ¿Sabes? No existe placer más grande en la vida que tener un hogar y que alguien a quien amamos esté en el umbral para darnos la bienvenida. Serás siempre esperada con amor, siempre y cuando cuando tú lo das.
Saludos.

Nada ocurre por casualidad.

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