Soltando, desprendiéndome de los apegos que me causan tan magno dolor.
Unos apegos que sólo están en la mente del ser sufridor. Porque en la mente de quien ama esto simplemente no tiene cabida.
Quien ama da permiso a los pensamientos que causan dolor, a pasar, a verlos, a observarlos y desde el amor agradecer su existencia.
Quien ama sabe que todo lo que se va de tu mundo físico vuelve a entrar en tí, se convierte en tí desde lo más profundo de tu corazón, de tu alma y de tu ser. Yo me convierto en tí, en lo que viví contigo, en lo que sentí contigo, en lo que hable contigo, en tu abrazo, en cada uno de tus gestos en Tí.
Estás en el Ser que YO SOY, y desde ahí te vivo te disfruto y te siento.
A tí que te fuiste en carne y que sigues SIENDO en LUZ. GRACIAS.
Yo me desprendo de todo lo físico del dolor y el sufrimiento que nace del miedo y me íntegro con tu Ser. En tí, en mí, en todos.
Gracias gracias gracias.
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