Cambiando las sábanas de la cama de mi hijo, me di cuenta que me las
diste tú, cuantas veces tus manos habrán puesto estas mismas sábanas en
la cama de tu hijo, ellas siguen aqui, pero tú no, estás sábanas no
entienden ni les importa que las ponga dos mil veces más en la cama de
tus nietos, ni comprenden de las caricias y los besos perdidos, esos que
cuando pierdes la oportunidad de darlos desaparecen, son los que jamás
serán.
Gracias a tus manos, yo encontré al hombre de mi vida con
el que di a luz a los hijos que adoro, gracias a lo que pasó aprovecho
cada instante a su lado, cada sonrisa, caricias, miradas, cada cosita
que venga de ellos y de él.
No quiero que salgan lágrimas de
aqui, aunque hay corazones que siguen llorando tu ida sin lágrimas en
los ojos, porque se quieren hacer los fuertes para que los demás sigan
bien.
Si los vieras ahora...
A las sábanas les da todo
igual, a los muebles, tambien, ellos durarán más que nosotros,
posiblemente, asi que besare en cada oportunidad que tenga, amare como
el ultimo de mis dias en cada momento que se me presente, y aprovechare
todo, absolutamente todo lo que nazca del corazón y de las miradas del
amor.
Solo un enorme GRACIAS.
Lola Baena Gómez.
1 comentario:
Cuanta nostalgia maravillosa hay dentro de tus letras
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