Darme permiso para lo que sienta, en cada momento, sin juicio, solo amabilidad conmigo, con lo que me apetezca vivir en cada momento.
Hay días en los que no me apetece salir, y otros en los que me sorprendo bailando, hay días en los que las lágrimas se caen a borbotones y otros en los que mi corazón te recuerda y sonríe, y parece que me contagias tu locura y canto tonterías, y llego a reírme sola.
Hay momentos en los que el silencio apremia dentro, y otros en los que no puedo hacer las actividades que antes hacía.
Hay veces en los que necesito de abrazos y mimos y otras en las que no apetece.
Y estoy poco a poco aprendiendo a darme permiso para todo, a que no pasa nada por reír, nada por llorar, donde todo se necesita, nada por querer hablar y desahogarse, y no pasa nada por querer abrazar, aprendo a permitirme lo que tenga que venir en cada instante.
Lo que más me gusta es saber que en mis nuevos bailes, risas, abrazos y juegos tu estás ahí, es como si te metieras en mi a jugar conmigo, y me gusta. Y no me paro ni a pensar en que pensaran si me ven tan bien, a veces, bueno un poco lo pienso, es como un pensamiento ahí asomado. Pero enseguida lo ignoro y me pongo a lo que toca. A sentir lo que venga.
Y hoy, y siempre me doy permiso.
Lola Baena Gómez.
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