Y voy revisando una vez más tu carita, memorizo tus rizos, tus ojos y tu boca, cada detalle, así recuerdo cada gesto tuyo y vuelco en mi tanto amor. Dejo que se escapen las risas al perderme entre tus cosquillas y rodando de mis ojos salen también las lagrimillas de alegría que tanto tiempo llevaban escondidas. Ya era hora de sentirse bien y fue gracias a vuestros pasitos por el pasillo de madrugada mezclados con murmullos, esas vocecillas y las risas.
La música me ayudó a descomprimir tantos sentimientos y pensamientos que nada bueno me hacían. Fuera todo sentimiento inutil, fuera todo pensamiento infructuoso!
Gracias a vosotros, a la luz de tu mirada, los besitos en cualquier momento y sin avisar, a tantas palabras de cariño recibidas.
Me dijeron que en mi esta toda la luz que necesitaba para estar bien y las bombillas que una vez se me fundieron y dejaron de alumbrar mi camino se están cambiando, de a poquito, por velitas con llamas de amor, de la luz con los colores de vuestros ojos.
La congestión se está terminando el no querer, el no saber, el no tener ganas de nada, se va terminando ya y voy cogiendo las fuerzas, las ganas, el gusto y las riendas. Voy recordando que me da vida el aroma de las flores, una tostada con el sabor de una mañana luminosa, un rayo de sol en mi piel, el sonido del agua al caer, las caricias, el verde de las plantas, el azul del cielo y el infinito del Universo. Tantas cosas me dan luz que ya no puedo volver a entrar en la cueva oscura donde estaba escondida.
Ahora tengo ganas de hacer, de crear, de aprender, de inventar, de mirar y hasta me atrevería a pintar, sobre todo de escribir aquí, para ustedes.
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