Tu me dices que mueres por sus palabras, que no te llama, que necesitas de sus caricias, te desabrochas el alma tan solo pensando en ella y vuelas soñando como seria si las cosas no se complicaran tanto. Una lagrima se te cae sin querer y algún día cuando el tiempo calme las heridas ella recogerá esa lagrima para calmarla con un beso. Como le digo yo a ella que mueres por estar un minuto a su lado en silencio sabiendo que todo va bien. Como te digo yo a ti que anhelo veros juntos pero que necesitas todo el tiempo que puedas darte para centrarte y ser tú. En ese momento cuando tú seas tú y lo sepas ella estará dispuesta a amarte en ese eterno silencio de una mirada sincera.
Lola Baena Gómez.
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